Thursday, August 18, 2016

Si esto no se llama injusticia, que otro le ponga nombre'

'Si esto no se llama injusticia, que otro le ponga nombre'
MANUEL ALEJANDRO LEÓN VELÁZQUEZ | Guantánamo | 18 de Agosto de 2016 -
05:00 CEST.

Teresa Miranda Céspedes, de 53 años de edad y residente en Mártires del
Corintia, Guaro, en el municipio Mayarí de la provincia Holguín es una
víctima del incumplimiento por parte del Estado de la entrega de
subsidios para la reparación de viviendas destruidas por el paso de
ciclones.

Desde hace alrededor de 30 años y hasta el paso del huracán Sandy por el
oriente del país, Teresa vivía en una casita pequeña y de madera con
piso de cemento pulido, que quedó devastada luego de que le cayera un
árbol encima.

Ella explica que desde ese entonces ha acudido en varias ocasiones a las
distintas instituciones municipales de Vivienda, pero no encuentra
solución a su problema.

"Los funcionarios de Vivienda que atienden estos casos prometieron que
iban a facilitarme materiales de construcción por medio de una
bonificación, o sea, un precio bajo. Para ello tuve que solicitar los
servicios de un arquitecto para que me hiciera el plano de la vivienda a
construir, servicio que pagué para nada", refiere desconsolada esta
campesina.

Luego de un largo tiempo de espera, en 2014 la funcionaria que atiende
su zona la contactó y las noticias no fueron para nada alentadoras.

"Me dijo que no podían facilitarme una bonificación, pues el Gobierno no
tenía dinero para eso, pero que aún podía solicitar un subsidio. Me
hicieron un expediente con número —348-2014—, y me dijeron que los
derrumbes totales tendrían prioridad", recuerda Teresa.

Este año, luego de tanto esperar, acudió varias veces a la oficina antes
mencionada, donde la atendió otra funcionaria, que le orientó que debía
llevar la propiedad de la casa. Y, sin embargo, al hacerlo la respuesta
la dejó desconcertada.

"La funcionaria que me atendió esta vez me dijo que con esa propiedad no
procede un subsidio, pues se trata de una vivienda incondicionada. Según
ella, se trataba de la Ley 77 de 2013. Aquello me molestó tanto que no
tuve más remedio que decirle que esa nueva ley es para quitarse un poco
de gente de encima, gente que al igual que yo, tiene este problema con
la vivienda".

Un caso más y muchos más casos

Vecina de Teresa, Virgen Batista López, de 58 años de edad y que vive
con una niña de 11 años y un hijo con retraso mental, se encuentra en
situación similar.

"Cuando pasó el huracán Ike, en septiembre de 2008, mi casa era de
madera y un techo de guano que desapareció con la ventolera, por lo que
la gente de Vivienda me ofrecieron nueve tejas de zinc luego de que me
presentara con la propiedad de la casa. Cuando pasó Sandy, la casa fue
destruida totalmente y me orientaron que buscara la propiedad de la
casa. Y cuando me personé en la oficina de Vivienda, donde supuestamente
debería estar archivado mi título de propiedad desde el fenómeno
anterior, no aparecía. Solo había un portafolio vacío".

Se presentó entoncs ante la Fiscalía General de la República (FGR) para
establecer una demanda contra la entidad antes mencionada, pero la
solución ha sido peor.

"Me dijeron en la oficina de Vivienda que debo pagar la casa que se
derrumbó totalmente para que den el título de propiedad. En mi última
visita a Fiscalía quedaron en que seré citada nuevamente junto con el
director de Vivienda y me dijeron además: 'Tú sabes que eso demora'".

"Esa expresión casi me hace llorar de tanta rabia", agrega Virgen. "Lo
que quedó de mi casa se encuentra en peligro de derrumbe. La realidad es
ya no tengo muchas esperanzas de que esto se solucione".

Sobre la posible existencia o no, de otros casos como el suyo en la
misma localidad donde reside, Teresa comenta: "Conozco varias personas
que están en una situación similar a la mía, y no solo desde que pasó
Sandy, sino que aún hay damnificados del ciclón anterior a ese y que aún
no han recibido ayuda para su problema".

"Desafortunadamente, ellos han decidido callarse y dejar que todo se
quede en silencio porque tienen miedo", añade. "Lo que sí tengo claro es
que todo el mundo sabe de la corrupción que hay con todo ese asunto de
la vivienda y los materiales y, entre los horrores que se escuchan,
existen comentarios de que gente que trabaja en el Gobierno ha estado
vendiendo en la calle materiales de construcción".

Son precisamente esos funcionarios los encargados de dar la última
palabra a la hora de aprobar los subsidios.

"Si esto no se llama injusticia, que otro le ponga nombre", sentencia
resentida esta campesina del oriente cubano.

Source: 'Si esto no se llama injusticia, que otro le ponga nombre' |
Diario de Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1471381487_24647.html

Monday, August 15, 2016

La Habana y el edificio más alto del mundo

La Habana y el edificio más alto del mundo
¿Una broma publicitaria o un real intento de emular con Nueva York?
Jorge Dávila Miguel, Miami | 15/08/2016 9:46 am

Ahora que las compañías americanas administran cada vez más hoteles en
Cuba, con la esperanza de que los turistas se sientan más a gusto —algo
muy razonable y tecnocrático— y además existen planes para erigir nuevos
y grandes edificios, tropiezo con una nota publicada en la Revista
Bohemia en el año 1913. En ella se anunciaba un grandioso proyecto:
levantar en La Habana, "El edificio más alto del mundo".
La promotora era la Compañía de Construcciones y Fomento. El rascacielos
tendría cien metros de altura, mil novecientas habitaciones todas con
lavabo, agua corriente, luz eléctrica y por supuesto teléfonos "para
llamar a los sirvientes". Aquella inmensa obra se alzaría sobre el
antiguo Campo de Marte, actual Parque de la Fraternidad, donde se
encuentra la Fuente de la India, junto al Capitolio.
El Palacio, como le llamaron con orgullo, tendría 15 ascensores. Al lado
de cada uno de ellos habría buzones con servicios neumáticos de correos
para servir a todos los vecinos. Y el sistema de ventilación sería de lo
más revolucionario. Había sido estudiado "con mucho cuidado" y
consistiría en lo siguiente: anchos corredores y ventanas de grandes
dimensiones. Respecto a la iluminación, Construcciones y Fomento se
proponía colocar "vidrios en forma de diamantes entre las oficinas
interiores y las exteriores", de manera que se obtuviera, "no solo
refracción de luz del exterior, sino también de arriba y desde los
costados".
La azotea estaría profusamente iluminada con bombillas, pero a la altura
de 30 metros, en el sexto piso, habría un amplio paseo alrededor del
inmueble, también alumbrado con la electricidad. Y en la azotea, ¡a cien
metros de altura!, iría un amplio parque de recreo, aunque no exclusivo
de los inquilinos sino totalmente público, para que "especialmente" los
niños pudiesen respirar "el aire puro que a tales alturas abunda".
Copio del original: "Tres pisos se destinarán a oficinas para los
señores letrados, habiendo en ellos, y común para todos, una completa
biblioteca, así como sala de espera para los clientes y cuartos
reservados para consultas privadas. Los notarios y los médicos, también
hallarían habitaciones especiales con todas las comodidades
imaginables..." Porque Construcciones y Fomento instalaría en los
corredores alfombras sanitarias "que matarían a todos los microbios que
cayeran sobre ella" como existían ya en el gran Teatro Childs "que acaba
de construirse en Washington, frente a la Tesorería Nacional".
Respecto a la limpieza, se llevaría a cabo por el revolucionario
"procedimiento del vacío", mediante tuberías distribuidas en todos los
departamentos del Palacio y a donde se conectarían aparatos especiales
que recogerán absolutamente todo el polvo que pudiera existir, y
seguidamente se aclaraba: "Este sistema se emplea en casi todos los
hoteles modernos, por ser el mejor y de una absoluta conveniencia
sanitaria". Era el año de 1913 en La Habana.
En la planta baja habrían agencias de transportes, oficinas de correos y
telégrafos, cables, teléfonos públicos, etc. Y algo muy importante:
Construcciones y Fomento ofrecería al Estado cubano el espacio necesario
para un observatorio meteorológico en el techo, construiría un gran
tanque de natación con agua del mar y pagaría por el agua necesaria para
establecer "baños de mar gratis para los pobres de la ciudad".
Todo un proyecto social capitalista.
El Palacio nunca se construyó. Quedaría como otro frustrado sueño
nacional. Este cronista no ha podido averiguar lo que pasó, si
Construcciones y Fomento era una empresa cubana o extranjera, si fue una
broma publicitaria o un real intento de emular con Nueva York. Aunque
desde 1890 ya existieran allí edificios con más de 100 metros de altura,
lo que en nada disminuye el arrojo del proyecto si tuvo un aliento real.
Qué tristeza la del promotor.
Que es la felicidad de la hermosa india, quien pudo seguir sentada en su
fuente, en el Parque de la Fraternidad, con sus senos perfectos al aire,
y potentes, su cornucopia de la abundancia repleta, la corona de plumas
y el escudo de La Habana protegido bajo su mano. Ella no es otra que la
mítica india Habana, esposa de Habaguanex, cacique de la zona cuando
llegó Colón. Y así sigue, contemplando desde su trono pacientemente a su
ciudad, los viandantes y de vez en cuando al Capitolio. La belleza,
¿siempre triunfa?

Source: La Habana y el edificio más alto del mundo - Artículos - Cuba -
Cuba Encuentro -
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